¡Bienvenido a esta lectura!
Quiero platicarte de un problema creciente que actualmente vemos en las empresas llamado preocupación. Ante esto, las preguntas que frecuentemente escuchamos son:
– ¿Cómo sé si la gente está haciendo su trabajo?
– ¿Cómo sé que no me están robando?
– Ya me robaron, ahora, ¿cómo le hago para que no se repita?
– Estoy vendiendo, pero no veo los ingresos. ¿Cómo le hago?
– ¿Cómo me aseguro que lo que vendo ingrese y lo que compro realmente se reciba?
– ¿Cómo controlo eficazmente mis inventarios, mis compras, mis ventas?
– Entre otras preguntas similares.
La respuesta que acostumbro a dar ante esas preguntas es:
Fortaleciendo tu Sistema de Control Interno.
Un Sistema de Control Interno está integrado por procesos, sistemas y personas. Para que funcione bien, los tres tienen que estar en sintonía.
Cómo obtengo la tranquilidad en todos los niveles de mi empresa u organización:
– Alineando los procesos, controles, sistemas y personas hacia los objetivos estratégicos.
– Institucionalizando a mi empresa a través del diseño e implementación de políticas y procedimientos.
– Monitoreando el cumplimiento de los controles existentes.
– Efectuando diagnósticos de riesgo periódicos y atendiendo oportunamente los nuevos riesgos.
Cuando el negocio se enfoca únicamente en vender y descuida el control, el resultado previsible es: Riesgo de Quiebra.
Cuando no existe en la empresa una cultura sólida y robusta de cumplimiento, los colaboradores hacen lo que quieren y la organización se convierte en tierra de nadie, en ocasiones en tierra de algunos pocos que sí se comprometen a alinearse con los procesos y controles.
Conozco una empresa que tardó 16 años en consolidarse y sólo le bastó 24 horas para desaparecer: Enron.
Cuando la alta dirección y mandos medios no están alineados con los estándares éticos y morales de la empresa, y sobretodo, cuando no se sienten monitoreados por nadie, entonces es cuando la empresa sufre y ve menguado sus ingresos. El peor escenario a sufrir es la desaparición de la empresa, como en la extinción de los dinosaurios, debido a incumplimientos regulatorios (leyes, normas o reglamentos), entre otras inconsistencias, o sencillamente por la alteración y manipulación de la información presentada a terceros.
Tu tranquilidad como Colaborador, Directivo, Empresario, Accionista o Consejero no tiene precio, además, tu tranquilidad no es negociable. La máxima satisfacción que puede tener una organización cuando está en crecimiento es el saber que todas las preocupaciones alrededor de los riesgos del negocio están atendidas y mitigadas, y eso, eso da tranquilidad.
Para llevar:
“Una estructura organizativa pobre hace el buen trabajo imposible, no importa lo buenas que sean las personas”
– Peter Drucker (considerado el mayor filósofo de la administración del siglo XX)
¡Redefiniendo tu Negocio!
Jonathan Tamayo